SOLILOQUIOS NOCTURNOS

Cuando te invade el insomnio todo parece transcurrir por el lado de las sombras,
Entonces los ojos se pegan a la serenidad de las estrellas, a la claridad de la luna.
Y en el arco de su mirada parece habitada la casa de ambos.
Os recuerdo Saramago, os recuerdo Díez-Alegría.
Uno enamorado de Rocío, el otro de Pobreza.
Él, lo dejó todo cuando era tarde.
Despojado se abandonó a su “no”.
Rocío lo abrazo y vivió para siempre.
Él, lo dejó todo y vivió entre los pobres.
Cuando no tenían barrio, cuando no tenían casa.
Cuando vivían en pozo que fuera del tío Raimundo.
Un día se fue como llegó con su rastro y su rostro
Como una farola para extraviados noctámbulos y anónimos madrugadores.
Como la sombra tranquila de los árboles del barrio,
Para las madres cansadas del bullicioso mercado.
Os recuerdo Saramago, os recuerdo Díez Alegría.
Esta noche quiero besar vuestra huella ausente y pasarla con vosotros.
Sentir la invisible presencia cálida de vuestra mirada eterna.
Siempre compañera, fiel siempre, de vida buena
Sin miedo a la “pobreza”.

Cuando César cruzó el Rubicón murió Roma, nació el Imperio.
Cuando la “paz romana” se hizo insoportable y Herodes se pudrió,
Se oyó la voz de Juan gritar a orillas del Jordán: “¡Raza de víboras!
Una voz clamó en el desierto, desafiante, retadora, sin sombra de muerte:

__''“Esta es la Tierra nuestra :
¡La libertad, humanos!
Esta es la Tierra nuestra:
¡La de todos, hermanos!

La Tierra de los Hombres
que caminan por ella
a pie desnudo y pobre.
Que en ella nacen, de ella,
para crecer con ella,
como troncos de Espíritu y de Carne.
Que se entierran en ella como siembra
de Ceniza y de Espíritu,
para hacerla fecunda como a una esposa madre.
Que se entregan a ella,
cada día,
y la entregan a Dios y al Universo,
en pensamiento y en sudor,
en su alegría
y en su dolor,
con la mirada
y con la azada
y con el verso …

¡Prostitutos creídos
de la Madre común,
sus malnacidos!
¡Malditas sean
las cercas vuestras,
las que os cercan
por dentro,
gordos,
solos,
como cerdos cebados;
cerrando
con su alambre y sus títulos,
fuera de vuestro amor
a los hermanos!
(¡Fuera de sus derechos,
sus hijos
y sus llantos
y sus muertos,
sus brazos y su arroz!)

¡Cerrándoos
fuera de los hermanos y de Dios!
¡Malditas sean todas las cercas!
¡Malditas todas
las propiedades privadas
que nos privan de vivir y de amar!
¡Malditas sean todas las leyes,
amañadas por unas pocas manos
para amparar cercas y bueyes
y hacer la Tierra esclava
y esclavos los humanos!

¡Otra es la tierra nuestra, hombres , todos!
¡La humana Tierra libre, hermanos!”
''__
(Pere Casaldàliga, TIERRA NUESTRA, LIBERTAD)

La palabra de Juan fue escuchada y el Reino de Dios cruzó el río también.
Irrumpió en el Imperio. Ya no más éxodos. Y selló la muerte de César.
Desde entonces el Reino avanza, derrota tras derrota,
Y el faraón se muere emponzoñado, victoria tras victoria.
Creyeron matarlo, pero nació en Galilea.
Quisieron encadenarlo tras los altares,
Y palideció su sangre al ver que sus obras eran sepulcros vacíos.
Quisieron sujetarlo con la Ley,
y se estremecieron al ver que Jesús les respondió:
“los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen,
los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva:
¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!”
No existe la Ley ni sus fantasmas, tan sólo la Misericordia
Y sus obras de liberación.
Generación tras generación, la desdicha se apoderó del Imperio
Y la impotencia, entre lujurias y crímenes, quiso comprar su Reino.
Enrojecieron de cólera al encontrase sólo con unos mendigos
Alimentándose no sólo de pan, viviendo en él, a las puertas de sus casas.

Esta generación, como todas las anteriores,
Gozará también de la gloria de la Misericordia,
Que Jesús nos enseñó, sobre el Capital, la Ley y la Religión.

Un abrazo, José V. Clemente, Cardedeu