És dur perdre un germà de la comunitat, però tan aviat, encara més. Un arbre dona de si altre arbre, com una comunitat altre comunitat, això està bé; però quan es trenca una branca, l'arbre resta incomplet i la comunitat trasbalsada com una trencadissa de plats.
En el silenci, personalitzant el dolor de la seva família, companys i de la comunitat, va anar venint aquesta mena d'oració, que vull compartir per a acompanyar-los en la seva pena.
La flor blanca
Me regreso sin viento, sin sonrisa.
Sin la media luna de mis ojos ciegos.
Me regreso a África, mi morada sin mar.
Mi noche ha pasado sin conocer los años,
como la flor blanca de nuestro baobab.
Regresan mi cuerpo para no ser olvido,
la foto arrugada de un emigrante viejo.
Me regresan sin nada,
sin barca,
sin estela,
como un zapote y un recién nacido,
queriéndome mucho,
abrazándome mucho,
llorándome mucho...
Lluvia, cielo y tierra de nuestro baobab.
Me regreso con las manos del río,
artesano del barro, creador del cielo,
de las flores blancas de lo vivido.
Para ser el aceite que cura,
Leche y gubdi que alimenta a los niños,
Alegría y sal, lalo de nuestros antepasados.
Aljibe de nuestra sed.
El baobab es hermoso. Mi destino también.
Soy la raíz y los cinco dedos del árbol de la vida,
El cuenco blanco de las nuestras recogidas.
Cardedeu, 18 de juliol 2010